viernes, 12 de julio de 2013

Altas expectativas



Lo reconozco y lo admito, tengo un problema de ira descontrolada y agresividad.
Lo reconozco y lo asumo, tengo un problema de ira descontrolada y agresividad.
Y lo vuelvo a reconocer y aceptar, tengo un problema de ira descontrolada y agresividad.

Este es un ejercicio de relajación y autocrítica para, según mi psiquiatra, empezar con buen pie mi recuperación. Parece un hombre sabio. Habla con la seguridad y parsimonia del que ha visto mucho mundo o, en su caso, mucho loco. Me comentó que, estudiando mis movimientos y respuestas objetivamente, el principal causante de mi irritabilidad eran las altas expectativas que yo mismo creaba.
  -Toma, como una herramienta, la posibilidad de rebajar las expectativas -me dijo- y así no te sentirás tan frustrado. Seguro que en unos días mejora tu humor-. Así de simple.

Me parecía increíble que alguien creyera que me podía ayudar, simplemente, con una frase tan sencilla. Me estaba empezando a mosquear con el Doctor al ver la celeridad con la que acabó mi sesión, no sin antes haberse embolsado 150€ por esos paupérrimos minutos, pero rápidamente me di cuenta que algo de razón llevaba. Había entrado en su consulta sin esperanzas ni expectativas; y salía con una herramienta (metafórica, eso sí) que podía acercarme a la cordura. Y me fui satisfecho, como hacía tiempo que no ocurría.

Entré en el metro y noté que mis pensamientos se nublaban de nuevo al empezar a oler el rancio aroma del andén, pero ataqué con mi nueva arma.
  -Seguro  que, con esta tarde tan calurosa, me toca un vagón sin aire acondicionado -susurré en voz alta. Pero entré en el menos transitado y con mejor temperatura de cuantos había montado jamás. Se estaba tan a gusto que ni el acordeonista, que vaga por los vagones cada tarde pidiendo limosna, se movió en todo el trayecto.

Al llegar a mi barrio recordé que necesitaba pan para cenar y, como ya era tarde, utilicé mi nuevo truco para entrar en la panadería.
  -Seguro que ya no queda ni una miserable baguette y acabo cenando con pan de molde -me dije.
Asombrosamente me funcionó de nuevo. Cuando todo parecía perdido me pude llevar a casa la última barra de pan de chapata que quedaba en todo el vecindario. Pero, por desgracia, no acabó ahí la cosa.

Subí a mi apartamento dispuesto a poner a prueba mis nuevos conocimientos y enfrenté el método a una prueba realmente difícil.
  -Seguro que pongo la tele y están dando una mierda de programa -y el método falló. No solo era más bodrio de lo imaginado sino que lo alargaron, con interminables cortes publicitarios, hasta bien entrada la madrugada.

Y ahí, en ese estado de vigilia, he tenido una revelación. Ahora, entre menosprecios, insultos y gritos televisivos, me he dado cuenta que tampoco había sido un día tan bueno.
Durante el viaje en metro fui sentado y con buen clima, pero tuve que aguantar durante todo el trayecto la odiosa melodía de los pajaritos a manos del peor acordeonista del mundo. Es cierto que encontré pan, pero aún me sangran las encías por roer la granítica corteza de la chapata y, encima, completo mi desastroso día con esta bazofia de programa.¡¡Estos malditos tertulianos sacan lo peor de mi!!

Lo reconozco y lo admito,tengo un problema de ira descontrolada y agresividad.
Lo reconozco y lo asumo,  tengo un problema de ira descontrolada y agresividad.
Y lo vuelvo a aceptar y a reconocer, tengo un problema de ira descontrolada y agresividad.

No pasa nada. Ahora que me he tranquilizado, y puedo mirar el problema con objetividad, me he dado cuenta que la herramienta que me dio el Doctor no era lo suficientemente poderosa, para según que casos, y he terminado por frustrarme. Mañana iré dócilmente a la consulta. Pero, sobre todo, con unas bajas expectativas. Y comunicaré, con palabras educadas y sosegadas, al experto en psicología que no me ha acabado de funcionar la fórmula. Así, si empiezo a insultarle y acabo hinchándolo a hostias, saldré más contento y feliz. Sin frustraciones. 




2 comentarios:

  1. no me atrevo a hacer ningún comentario ;-))
    Por cierto, eres realmente prolífico, tres artiblogs en una semana...

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  2. Pues no me había fijado. Supongo que, con la práctica, voy cogiendo más facilidad para expresarme con la escritura. Aunque, repasando los desvaríos, no sé si eso es bueno o malo.

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