domingo, 19 de mayo de 2013

Tiempo perdido



Definitivamente me he mal acostumbrado. Durante esta baja laboral he experimentado 2 fases: incertidumbre al tener tantas horas libres al día (las 2 primeras semanas) y deleite al poder dedicar tiempo a leer, jugar y divagar. Llevo una semana trabajando y ya echo de menos ese tiempo libre.

Y es que los tempos son muy diferentes. Antes pasaba todo el día pensando en cosas que hacer porque no podía trabajar y, en cambio, ahora trabajo todo el día (entre 10 y 12 horas) y no tengo tiempo para pensar. Es complicado moldear a tu voluntad el tiempo y el espacio. Solo conozco a 2 personas capaces de semejante proeza: el Dr.Who y mi mujer.

El Dr.Who, para quien no lo conozca, es un científico de una serie televisiva que viaja por el espacio y el tiempo con el propósito de vivir aventuras. Comanda una nave, con forma aparente de cabina telefónica inglesa, llamada Tardis con la que recorre diferentes épocas y mundos salvando civilizaciones y, básicamente, haciendo el bien. Utiliza un destornillador galáctico para, a modo de varita mágica, analizar extraños fluidos y artilugios. Mientras investiga crea hipótesis y descifra enigmas con un histrionismo fuera de lo común. De hecho la serie no tiene nada de común, demasiado surrealista para gustar a todo el mundo, pero para un aficionado a la ciencia ficción es una delicia.

Lo de mi mujer es aún más extraordinario. No le hace falta ni nave ni destornillador galáctico. Esta misma mañana, por ejemplo, ha sido capaz de crear 2 tiempos en un mismo espacio a su gusto. A las 12:26 le he comentado que podíamos salir a dar un paseo y me ha contestado que ya era prácticamente la una y, por lo tanto, demasiado tarde. Pero cuando le he dado la opción de comer ha replicado que apenas eran las doce, demasiado pronto. Esta deformación de los horarios le sirve para crear un intervalo de tiempo, perdido en el universo, de casi una hora. Los minutos que van desde "apenas las doce" hasta "prácticamente la una". Un agujero negro temporal donde, según ella, nada es posible.

Como no me veo capaz de encontrar por mi mismo tiempo libre, he pensado contar con su ayuda para que, cuando ande muy estresado, cree para mi un rato sin dueño; una paradoja espacio/temporal donde pueda leer, jugar o divagar. Un tiempo perdido para, con su permiso, perder el tiempo.


5 comentarios:

  1. Esto es una pista que te indica de donde sacamos las mujeres el tiempo para hacer TODO LO QUE HACEMOS ( que no suele ser muy a menudo perder el tiempo......!)

    ResponderEliminar
  2. La mujer...ese desconocido animalillo de compañía.
    Cuanta razón tienes, Ivan. A mi, me llegan a parecer gallegas. En mitad de una escalera no sabes a que atenerte...pueden subir o bajar o sencillamente, no moverse.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es más, yo he visto casos de mujeres que subían y bajaban sin moverse....Ah, no. Espera. Que eso fue en las escaleras mecánicas de El Corte Inglés...

      Saludos y gracias por comentar!

      Eliminar
  3. La cuestión debe radicar en el cerebro. Nosotros al tener solo una neurona no podemos hacer o pensar una cosa y simultaneamente su contrario.
    Su cerebro al ser mas complejo, por tener dos hemisferios enfrentados, explica esa cualidad innata.

    ResponderEliminar
  4. Ahora entiendo, por eso son tan buenas en mecánica cuántica. Si Einstein hubiese sido mujer podría haber unido la Relatividad con la Física Cuántica y.... ¡dominaríamos el Universo!
    Bueno, lo dominarían ellas y, con suerte, nos dejarían habitar en él....

    ResponderEliminar