Hablando el otro día con mi tío (Bueno, él hablaba y me escuchaba mientras yo escribía y le leía. Cosas de la tecnología) me hizo una de las preguntas más repetidas en estos últimos días: ¿Viste la entrevista a Aznar?. No contesté. Era ya muy tarde para hablar de política y tampoco me entusiasma el tema, pero me aprovecharé de la pregunta para responderla en este preciso momento y así tener la ocasión perfecta para que mi tío entre a darse una vuelta por el blog y, si le apetece, comente algo. Veremos si pica.
Pues la entrevista.... ¡y hablando de picar!. Aún recuerdo la paella que nos cocinó en su casa el mismo día que me diagnosticaron la apendicítis. Una paella un poco desastrosa. Dicen las malas lenguas que, al salir del quirófano, acusé a su paella de ser la causante de mi mal. Lo niego todo. Gracias a la anestesia no recuerdo lo sucedido en las cuatro horas siguientes a la operación, la coartada perfecta. Así que, "cerebro que no recuerda, corazón que no siente".
Bueno, pues lo que dijo el expresidente.... ¡y hablando de sentir!. Siento mucho que, demasiados fines de semana, ande liado en el trabajo y no se le vea el pelo. Todos sabemos que ser un alto cargo en una gran empresa conlleva una disposición casi infinita a cualquier evento laboral. Pero que sepa que se le echa de menos.
Pero a lo que iba, la conversación con.... ¡y hablando de echar de menos!. Espero que sea capaz de encontrar el cargador del escanciador eléctrico para la sidra. En la última comida juntos fue una lástima no poder beberla en condiciones, y hay que acabarla antes que caduque. Para la próxima comida será indispensable.
Bueno va, iremos al tema.
Pues no, no vi la entrevista. Pero tampoco hizo falta. Aunque no quieras saber nada te acabas empapando de sus mejores momentos (si alguna vez los tuvo) gracias al bombardeo constante por tierra, mar y aire (televisión, periódicos y radio) al que nos someten sin tregua. ¿Y qué saqué en claro?. No se, no soy analista político. Solo puedo comentar mis sensaciones y no fueron muy buenas. Me pareció ver a un pequeño hombre engorilado en esa actitud de salvador de la patria y poco más. Sobre el contenido de sus frases solo diré que me parecen menos trascendentales que los 3 párrafos que he escrito anteriormente. ¿O aún hay alguien en el mundo que crea que los comentarios de un político son importantes?. La explicación es muy sencilla: las palabras de Aznar las olvidaré en una semana, en cambio las comidas que disfruto con mi tío y su familia las recordaré durante mucho, mucho tiempo.
Y hablando de comidas... Família ¿cuándo quedamos? Se os echa de menos... Y que le den a Aznar... !!
ResponderEliminarNuri
Hooooooooooola!. Aquí la tía en cuestión. Yo soy testigo de la acusación paellera y no descarto totalmente la posibilidad de que actuase como causa apendicítica.........
ResponderEliminarLa verdad es que nunca llegue a pensar que la agenda de fin de semana de mi hija de 10 años pudiera ser tan densa. Si a eso le añadimos la agenda de su padre: nos faltan fines de semana!!!!!!!. Pero intentaré convencer a tu tío de que cocine de nuevo (después de 12 años de abstinencia, a ver si con una paella y un risotto cree que ha cumplido......!)
Y, por supuesto: que le den a Aznar!