martes, 31 de diciembre de 2013

Microrrelato de Noche Vieja



Desde que los teléfonos móviles son de uso generalizado, hay una tradición que año tras año va arraigando más por estas fechas: los SMS graciosos de Fin de Año, aunque ya empiezan a ser sustituidos por los Whats App. Es lo que tiene la tecnología, avanza más rápido que ninguna otra ciencia. Pero, como aquí no dispongo de ninguna red social (es lo que tengo, incomprensiblemente me resisto a avanzar), aprovecharé este espacio para dejaos una ocurrencia. Se trata de este terrorífico microrrelato; tanto en su contenido como en su calidad literaria. ¡Feliz 2014!



Invocación


  - Yo os reclamo, oh Satanás todo poderoso. Manifiéstate aquí, en este apartado bosque alejado de la civilización, lugar sagrado de ofrendas y sacrificios. Venid a mí, oh señores de las tinieblas, diablos del averno, con toda vuestra rabia y maldad.

   Bailó una danza ancestral, al abrazo de la hoguera, y lanzó polvo de azufre a las brasas para iluminar la oscuridad que se cernía.

 - Oh maestros del horror, armaos con vuestros despiadados instrumentos de tortura eterna. No abandonéis, en estos momentos difíciles, a un hambriento servidor. Prestadme vuestros afilados colmillos, vuestras desgarradoras zarpas; las hordas más bárbaras, las más sanguinarias. Enviad las fuerzas del inframundo que nada ni nadie puede detener.

   Hincó las rodillas frente a las llamas y comenzó, con lágrimas en los ojos, a implorar.

  - Porque lo he intentado mil y una vez. Y no hay forma humana de abrir esta puta lata de mejillones.



2 comentarios:

  1. sin duda es el final más sorprendente de cuantos cabe imaginar. Yo creía que la cosa iba a terminar de alguna manera mandando un wasapeo al mismísimo diablo.
    que el 2014 nos sea propicio (sí, voy con retraso pero es solo culpa mía)

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  2. Me alegra que logre transmitir una de las sensaciones que pretendía: sorpresa. Los microrrelatos con un final inesperado suelen ser los más valorados y, la verdad, no sé muy bien por qué. Crear una atmósfera, con tan sólo unas pocas líneas, me parece más difícil que dar un giro brusco al relato.
    Y no te preocupes, nunca es tarde para desear buenaventura.

    P.D.: Si el diablo escogiera (si es que no lo ha hecho ya) una red social para comunicarse, esta sería, sin ninguna duda, Tweeter.

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