El otro día estaba sentado en el sofá de mi casa viendo la tele de madrugada cuando, repentinamente, me apeteció visionar una de mis películas favoritas por, al menos, decimonovena vez. Pues a los diez minutos, y sin saber porqué, tuve que poner la pausa para escribir esta tontería que me vino a la cabeza. Como tardé un buen rato y se me hizo tarde ya no pude continuar con el largometraje. Pero, oye, que así ya tengo una entrada lista para el blog.
Futuro cercano
El joven salió del edificio sintiéndose estafado. Jamás volvería a depositar sus esperanzas en una predicción. No había vislumbrado ningún gran poder en esa pitonisa, tan sólo ideas confusas y frases ambiguas. Seguramente despachaba a todo el mundo con la misma monserga.
Enfurecido, giró a la derecha en el primer cruce y se detuvo en seco.
Vio coches planeando sobre su cabeza a una velocidad de vértigo, señoras vestidas con trikini y grilletes de oro decorando sus muñecas. Notó que le faltaban las fuerzas y su respiración se tornó débil, insegura. Quiso apoyarse en la pared pero tropezó con un escaparate. Miró el cristal y el reflejo le devolvió la imagen de su cuerpo harapiento y decrépito.
Pero lo que más le desconcertó, lo que más le indignó, lo que más le avergonzó, fue que la vidente estaba en lo cierto: el futuro estaba a la vuelta de la esquina.
claro, por eso, mientras haya esquinas seguiremos teniendo futuro ¿Pero qué pasa si nos encontramos en una calle larguísima con edificios igual de largos?
ResponderEliminar¡Huy! Tendríamos que preguntarle a la vidente, porque es muy posible que no vaticine el mismo destino para todo el mundo. Pero, si quieres saber mi opinión, igual ya andamos muchos de nosotros inmersos en esa calle sin esquinas de la que no somos capaces de discernir el final. ¿Quiere esto decir que, sin esquinas, no hay futuro? Podría ser. Pero yo tengo el optimismo de un perro: cada vez que salgo a la calle espero encontrar varias esquinas donde poder depositar mi orin... digo, esperanza.
Eliminarpor cierto, ayer escuché a una señora en la TV decir que casi la rosca porque le había dado una miaja de apechusque. Joder, casí me cago de risa. El caso es que me sonaba pero no sabía yo donde lo había leido anteriormente, hasta que lo he visto aquí... así que eres tú el de la miaja de apechusque. Y ahora de repente lo dice una señora en la tele... ¿en qué mundo vivo yo?
ResponderEliminar¡Ostia!, me parece que estas viviendo en mi pasado. ¿No torcerías hacia la izquierda en algún cruce? Porque si al protagonista de esta historieta le llevó al futuro girar a la derecha, es posible que acabaras en el pasado por doblar a la izquierda en alguna esquina.
EliminarChorradas a parte, supongo que ese video con el que te descojonaste es el mismo que vi, hace ya casi un año, en un programa de TV3 llamado APM (Alguna Pregunta Més?). Es un programa que se dedica a extraer de todas las cadenas estatales los momentos más hilarantes de la semana.
El mayor auge popular que tuvo ese video, aquí en Cataluña, coincidió con la apertura oficial de este blog. Y como la culpa de que tomara como hábito preparar una entrada semanal se la debo al aburrimiento, causado por un mes de baja laboral para recuperarme de una operación de apendicitis, me apeteció ver pululando esa frase por aquí, como epitafio. Sólo para recordar que la mujer tenía toda la razón: me dió una miaja de apechusque y casi la rosco.
Más tarde fui consciente de que todo aquel que no hubiera visto el video no tendría ni pajolera idea de su significado; y con más razón cuando la frase la sacas de contexto. Y esta hipótesis, lejos de hacerme rectificar, me reafirmó en la idea de que prefería una frase contemporánea y totalmente surrealista, aunque cercana para mí, antes que otras más famosas dichas por alguna celebridad. Además, era ideal para la temática desenfadada y poco trascendente con la que intento llenar a este espacio.
Y ya está, misterio resuelto. Espero no haber sido muy pesado con la explicación.
pues debió de ser el mismo vídeo, sí, pero yo no lo vi en TV3, creo que fue la sexta... En cualquier caso, tiene coña
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