miércoles, 16 de octubre de 2013
Fiesta Nacional
12 de Octubre: día de la Hispanidad o Fiesta Nacional de España. He buscado la definición de fiesta y voy a exponer todas las acepciones encontradas.
1. Reunión de personas como diversión.
2. Solemnidad civil o religiosa en conmemoración de algún acontecimiento o fecha especial, y día en que se celebra.
3. Día en que no se trabaja.
4. Actividades culturales y diversiones que se celebran en una localidad en unos días determinados.
5. Periodo de vacaciones por alguna fiesta, sobre todo religiosa.
6. Agasajo, caricia u obsequio.
Así, a primera vista, parece ser un día donde no se trabaja y se pasa en grande haciendo actividades en comunión. Pues no sé que pensar; o la gente monta la fiesta en secreto, o los medios de comunicación la ocultan o, simplemente, no existe tal fiesta. ¿O hay alguien que la celebre? Ah, sí... las Fuerzas Armadas.
Soy una de tantas personas que hizo el servicio militar y puedo asegurar que el doce de Octubre que viví dentro de la institución no me pareció ningún jolgorio. De hecho tuve que desfilar, como todo el mundo, y permanecer horas variando entre la posición de descanso, firmes o presentando armas, para contentar al General de División que nos visitaba. Creo recordar que la mayor deferencia que tuvieron con nosotros fue un sustento algo más digno del habitual. No, eso no fue una fiesta. ¿Dónde estaba la diversión?
Me resulta curioso que, en un país con la fama fiestera de España, no sean capaces de montar una buena juerga nacional. Se podría empezar por concertar un partido de fútbol, deporte mayoritariamente venerado por todos, de la selección para que coincidiera con la fecha en cuestión. Este año casi lo consiguen. Y, por coherencia, lo mismo debería suceder con las corridas de toros.
Otra forma de celebración podría ser potenciar con ferias o concursos las tradiciones más arraigadas de los ciudadanos en días festivos. La comida en forma de tapas, por ejemplo, es uno de los ocios más extendidos que utilizamos para disfrutar en reunión.
Y actos culturales tampoco deberían faltar. Conciertos multitudinarios, debates o presentaciones con autores literarios, sesiones especiales de clásicos en cines; en definitiva, cosas extraordinarias que hagan disfrutar a la gente, haciéndola sentir que es un día realmente especial.
Pero no. El único acto, y que me corrijan si me equivoco, es el de las Fuerzas Armadas. También, y para complementar al ya mencionado, hay una recepción de mandatarios en una sala Versallesca del Palacio Real, donde la mayor expresión de efusividad es un ¡Viva España! exclamado, sin demasiado entusiasmo, por el príncipe. Pues vale, pero me he quedado igual de frío que un día laborable.
Meditando sobre el tema he llegado a una nueva tesis sobre la Fiesta Nacional. Puede que, sin hacer nada, se esté homenajeando a la mayor tradición en estos últimos años: el paro. ¿Existe mejor ofrenda?
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