Hace bastante tiempo que no publico nada. ¿Por qué? Pues, para ser sinceros, creo que me he cansado de escribir. Ya no disfruto como antes ni dejo cables sueltos en mi cerebro para que, de un chispazo, se me ocurran chorradas sobre las que contar algo. Además, en cierto modo me he vuelto tan exigente con todo lo que escribo que nada me parece apropiado. ¿Apropiado a qué? Pues ni idea. Aunque tampoco es eso. Es… es… No sé lo que es.
Tengo como cuatro entradas comenzadas y cinco cuentos a medias, pero soy incapaz de finalizar los escritos… Y no tengo una explicación lógica para lo que me sucede. ¿Tal vez desidia? Podría ser, tal vez.
Y si tan hastiado estoy, os preguntaréis, ¿qué diablos hago publicando algo? ¡Ah!, malditas encrucijadas del destino...
Veréis, me ha ocurrido algo del todo inesperado: he ganado un concurso literario con La Conferencia, el último relato que escribí. Ya, yo tampoco me lo explico, pero así ha sido. No tengo por costumbre participar en certámenes de este tipo, pero lo hice una vez en la web de ZonaeReader y me gustó tanto su peculiar funcionamiento que es el único concurso al que asisto siempre que se convoca. Aquí dejo el enlace por si os apetece echarle un vistazo. Para este año he participado con dos cuentos y… en fin, que, sobre un total de treinta y nueve relatos, uno ha ganado y el otro ha quedado noveno. Vamos, algo inaudito.
Entonces me he preguntado, ¿hago bien en dejar de escribir? Porque es un ejercicio que ya no me seduce como antes, pero también resulta evidente que en algo habrá mejorado mi escritura cuando acaba siendo premiada. Sí, vale, no es un premio prestigioso ni nada que se le parezca, pero por algo se empieza, ¿no?
El caso es que estoy en un dilema. ¿Finiquito para siempre mi relación con los cuentos (cosa que me pide el cuerpo desde hace un tiempo) o continúo insistiendo ahora que siento la gratificación del reconocimiento? Mínimo, sí, pero al fin y al cabo eso es lo que significa un galardón, ¿verdad?, una declaración pública de que algo estás haciendo bien.
La verdad, no tengo ni idea de lo que haré en las siguientes semanas. No sé si me esforzaré en dedicar unas horas a la semana a escribir, o si lo dejaré por un tiempo o para siempre. Eso sí, al menos este premio ha servido para que sea capaz de acabar esta entrada, por sencilla que sea.
Hay épocas de desmotivación, pero si te gusta, no lo dejes, aunque no publiques nada, aunque todo se te quede a medias. Si no sigues no vas a mejorar. También es verdad que hay momentos en los que se necesita un descanso, pero no lo dejes. Y sobre todo teniendo un premio!! Muchas felicidades :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Me lo he pasado muy bien escribiendo, pero también he sufrido haciéndolo. Supongo que, mientras el primer sentimiento siga prevaleciendo sobre el segundo, continuaré escribiendo, porque lo contrario no tendría ningún sentido. De todos modos, gracias por tu apoyo. De veras que se agradece.
Eliminarsigue, sigue, sigue, sigue, sigue, sigue y si te cansas, sigue.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu apoyo, Samael. No sé si si seguiré, pero al menos voy a intentar acabar con lo que tengo empezado, aunque sólo sea por la satisfacción de terminar con la faena. Eso sí, para llevar a cabo este cometido voy a tener que amoldarme a un estricto horario de escritura, porque si espero a tener ganas igual no me pondré nunca. Ah, y los publicaré por aquí para que los sufráis en vuestras propias retinas, eso dalo por descontado.
Eliminarlo doy por descontado, te tomo la palabra.
ResponderEliminar